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Cómo deshacerse de la ira
En una encuesta realizada por la Fundación para la Salud Mental, el 32% de las personas afirmaron tener un amigo o familiar cercano que tenía problemas para controlar su ira y el 28% de las personas afirmaron estar preocupadas por el enfado que sienten a veces.
A pesar de que los problemas de ira pueden tener un efecto tan perjudicial en nuestra vida familiar, laboral y social, la mayoría de las personas que los padecen no piden ayuda. En la misma encuesta de la Fundación para la Salud Mental, el 58% de las personas dijo no saber dónde buscar ayuda.
Si la ira incontrolada desemboca en violencia doméstica, o en un comportamiento amenazante dentro de su hogar, hable con su médico de cabecera o póngase en contacto con una organización contra la violencia doméstica como Refuge, Scottish Women’s Aid, Abused Men in Scotland, The LGBT Domestic Abuse Project o Survivor Scotland.
Control de la ira deutsch
La ira es una respuesta inmediata que surge cuando nos sentimos amenazados o maltratados. Las amenazas pueden adoptar muchas formas y no sólo son físicas (como ser agredido), sino que también incluyen amenazas económicas como perder el trabajo. Los sentimientos de celos, culpa y vergüenza también pueden estar detrás de la ira.
La ira es una respuesta natural que todo el mundo experimenta, pero cuando da lugar a la agresión se convierte en un problema. Los gritos y la violencia física son formas de liberar la ira que pueden causar problemas con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo.
Evolución: Nuestros antepasados vivieron muchas amenazas y su respuesta incorporada (conocida como “respuesta de lucha o huida”) les ayudó a mantenerse a salvo y vivos. Esta misma respuesta humana innata provoca los sentimientos de ira que experimentamos cuando nos sentimos amenazados hoy en día.
La sociedad: Los hombres pueden sentirse presionados por sus compañeros para “ser hombres”, sobre todo en entornos dominados por hombres. Además, la sociedad se ha centrado en el alcohol, que está estrechamente relacionado con la agresividad. Esto se debe a que el alcohol reduce nuestras inhibiciones y altera la forma en que percibimos las situaciones.
¿Por qué estoy tan enfadado?
Parte de ello puede deberse a los cambios que está experimentando tu cuerpo: Todas esas hormonas de las que tanto se habla pueden provocar cambios de humor y emociones confusas. Otra parte puede ser el estrés: Las personas que están bajo mucha presión tienden a enfadarse más fácilmente. Otra parte puede ser tu personalidad: Puede que seas alguien que siente sus emociones intensamente o que tiende a actuar impulsivamente o a perder el control. Y en parte pueden ser tus modelos de conducta: Tal vez hayas visto a otras personas de tu familia hacer estallar un fusible cuando se enfadan.
Independientemente de lo que te haga enojar, una cosa es cierta: seguro que a veces te enfadas. Todo el mundo lo hace. La ira es una emoción normal y no hay nada malo en enfadarse. Lo que cuenta es cómo lo manejamos (y nos manejamos a nosotros mismos) cuando estamos enfadados.
La autoconciencia es la capacidad de darse cuenta de lo que se siente y piensa, y por qué. Los niños pequeños no son muy conscientes de lo que sienten, sino que lo exteriorizan en su comportamiento. Por eso se les ve hacer rabietas cuando están enfadados. Pero los adolescentes tienen la capacidad mental de ser conscientes de sí mismos. Cuando te enfades, tómate un momento para darte cuenta de lo que sientes y piensas.
Prueba de problemas de ira
La ira es una emoción humana normal. Puede ir desde un sentimiento de molestia hasta una rabia intensa. Hace que el ritmo cardíaco y la presión arterial aumenten, ya que el cuerpo produce más hormonas, como la adrenalina y la noradrenalina.
Todo el mundo se enfada de vez en cuando. Pero lo que importa es cómo muestras tu enfado. Si no controlas tu enfado, puede conducir a la violencia o a comportamientos airados como gritar, tirar cosas o salir furioso.
Puedes controlar la ira reconociendo los signos físicos. Si notas que te estás enfadando, puedes aprender a calmarte antes de que se te vaya de las manos. Los signos de que te estás enfadando pueden ser:
Si notas que te estás enfadando, hay técnicas que puedes probar para evitar que te vuelvas violento o abusivo. Si practicas estas técnicas, quizás con un amigo, podrás utilizarlas cuando pierdas el control.