Cerofobia
La acrofobia es un miedo o fobia extrema o irracional a las alturas, especialmente cuando no se está particularmente alto. Pertenece a una categoría de fobias específicas, denominadas molestias por el espacio y el movimiento, que comparten tanto causas como opciones de tratamiento similares.
La mayoría de las personas experimentan un grado de miedo natural cuando se exponen a las alturas, conocido como miedo a caer. Por otro lado, se dice que quienes tienen poco miedo a dicha exposición tienen cabeza para las alturas. La cabeza para las alturas es ventajosa para quienes practican el senderismo o la escalada en terrenos montañosos y también en determinados trabajos, como los de los vigilantes de campanario o los mecánicos de turbinas eólicas.
Las personas con acrofobia pueden sufrir un ataque de pánico en lugares altos y agitarse demasiado para bajar con seguridad. Aproximadamente el 2-5% de la población general padece acrofobia, y el número de mujeres afectadas es el doble que el de los hombres[1] El término procede del griego: ἄκρον, ákron, que significa “pico, cumbre, borde” y φόβος, phóbos, “miedo”.
“Vértigo” se utiliza a menudo (de forma incorrecta) para describir el miedo a las alturas, pero es más bien una sensación de giro que se produce cuando uno no está realmente girando. Puede desencadenarse al mirar hacia abajo desde un lugar alto, al mirar directamente a un lugar alto o a un objeto alto, o incluso al ver pasar algo (por ejemplo, un coche o un pájaro) a gran velocidad, pero esto por sí solo no describe el vértigo. El verdadero vértigo puede ser desencadenado por casi cualquier tipo de movimiento (por ejemplo, ponerse de pie, sentarse, caminar) o cambio de perspectiva visual (por ejemplo, ponerse en cuclillas, subir o bajar escaleras, mirar por la ventana de un coche o tren en movimiento). El vértigo se denomina vértigo de altura cuando la sensación de vértigo es provocada por las alturas.
Miedo a las alturas
Muchos de los síntomas de la acrofobia, por utilizar el término técnico, se comparten con otros trastornos de ansiedad. Incluyen síntomas físicos como temblores, sudoración, aceleración del corazón, dificultad para respirar, náuseas y sequedad de boca. Las personas con acrofobia suelen sentir un miedo y una angustia intensos ante las alturas, y tienden a evitarlas. También hay síntomas más exclusivos de la acrofobia, como el vértigo y el deseo de caer de rodillas o agarrarse a algo.
Cierto grado de precaución es común y sensato cuando se trata de las alturas. Muchos animales y bebés humanos muestran una evitación innata de una caída brusca, incluso antes de haber tenido una experiencia real con las alturas. La evolución sostiene que todos nacemos con este miedo porque evitar las alturas nos ayuda a mantenernos a salvo. El problema surge cuando esta inquietud ante las alturas peligrosas empieza a generalizarse a otras situaciones menos arriesgadas y comienza a interferir en la vida cotidiana.
Un miedo intenso a las alturas puede desarrollarse por varias razones. En primer lugar, un acontecimiento traumático o aterrador, como caerse de un árbol o de una escalera. Esto puede desencadenar una fobia a las alturas porque la experiencia angustiosa se asocia con las alturas en los recuerdos de la persona, especialmente en individuos ya predispuestos a sentirse ansiosos. Entonces empiezan a evitar todas las alturas, creyendo que pueden llevar a una experiencia de miedo similar. Cuanto más evitan estas personas las alturas, menos oportunidades tienen de aprender que las alturas son en general seguras, por lo que el miedo permanece y se intensifica.
Glosofobia
La ilinofobia está relacionada con la acrofobia, el miedo a las alturas, pero no es lo mismo. Los que padecen acrofobia tienen literalmente miedo a estar a una altura considerable. La diferencia es sutil, y un clínico capacitado puede hacer un diagnóstico adecuado.
La mayoría de las personas informan de algún nivel de incomodidad con las alturas. Los famosos experimentos “Visual Cliff” de Gibson y Walk de 1960, detallados en “Acrophobia”, demostraron que los bebés son reacios a cruzar un grueso cristal que cubre una aparente caída.
La causa de la ilinofobia suele ser, aunque no siempre, una experiencia negativa con las alturas vivida por usted o por otra persona. Tal vez se cayó del sofá cuando era niño o vio a alguien caer, ya sea en persona o en la televisión.
Muchas ocupaciones requieren que los empleados trabajen a alturas considerables. Los que padecen una grave ilinofobia pueden ser incapaces de trabajar incluso dentro de una oficina en un piso alto. Los habitantes de la ciudad pueden limitar su elección de apartamentos, ya que no están dispuestos a vivir por encima del primer piso.
La terapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos más comunes y eficaces para la ilinofobia y otras fobias específicas. El terapeuta le enseña a sustituir sus pensamientos negativos sobre las alturas por otros positivos. Aprenderá a relajarse mientras se enfrenta a alturas progresivamente más desafiantes mediante un proceso conocido como desensibilización sistemática.
Miedo a las alturas – deutsch
Es natural sentirse un poco nervioso cuando uno se encuentra mirando al suelo desde una altura no natural. Pero para algunos, el miedo a los lugares altos es tan extremo que el pánico y el vértigo se apoderan de la mera idea de estar en cualquier lugar que no sea el nivel del suelo. No estamos hablando de miedo a hacer puenting: ¡eso es un miedo bastante racional!
Hay distintos grados de miedo a las alturas. Algunos soportan a regañadientes las experiencias en altura (como volar, o un viaje en el London Eye), pero pueden tomar medicamentos para ayudar a superar la prueba, y literalmente no pueden esperar a que la experiencia termine. Otros están paralizados por el miedo y ni siquiera intentan subir tres tramos de escaleras por temor a mirar por encima de la barandilla, y algunos no piensan en conducir 50 millas fuera del camino para evitar pasar por un puente.
El miedo a las alturas es un miedo curioso e irracional, pero es una experiencia muy real y aterradora para quienes lo experimentan. Hemos elaborado una breve guía sobre la ansiedad relacionada con las alturas: qué es, cómo reconocer los síntomas, cómo se puede ayudar a alguien en un estado agudo de pánico y, sobre todo, qué se puede hacer para intentar superar el miedo a las alturas. Siga leyendo para conocer algunos datos y consejos interesantes.