Contenidos
Ansiedad psicológica intermitente
El trastorno de pánico puede diagnosticarse si los ataques de pánico son frecuentes y si existe un miedo fuerte y persistente a que se produzca otro ataque. Los trastornos de ansiedad pueden tener efectos graves Un trastorno de ansiedad puede provocar aislamiento social y depresión clínica, y puede mermar la capacidad de la persona para trabajar, estudiar y realizar actividades rutinarias. También puede perjudicar las relaciones con los amigos, la familia y los compañeros. Es frecuente que la depresión y la ansiedad se den al mismo tiempo. La depresión puede ser una enfermedad grave con un alto riesgo de autolesión y suicidio. La recuperación es posible con tratamiento La recuperación de un trastorno de ansiedad es posible con el tratamiento y el apoyo adecuados. Los tratamientos eficaces para los trastornos de ansiedad pueden incluir: Dónde obtener ayuda
Descargo de responsabilidad sobre el contenido El contenido de este sitio web se proporciona únicamente con fines informativos. La información sobre una terapia, un servicio, un producto o un tratamiento no respalda en modo alguno dicha terapia, servicio, producto o tratamiento, y no pretende sustituir el consejo de su médico u otro profesional sanitario registrado. La información y los materiales contenidos en este sitio web no pretenden constituir una guía completa sobre todos los aspectos de la terapia, el producto o el tratamiento descritos en el sitio web. Se insta a todos los usuarios a que busquen siempre el asesoramiento de un profesional de la salud registrado para obtener un diagnóstico y respuestas a sus preguntas médicas y para determinar si la terapia, el servicio, el producto o el tratamiento concretos descritos en el sitio web son adecuados en sus circunstancias. El Estado de Victoria y el Departamento de Salud no asumirán ninguna responsabilidad por la confianza depositada por cualquier usuario en los materiales contenidos en este sitio web.
Ansiedad lo que ocurre en el cerebro
La ansiedad y la depresión se encuentran entre los trastornos mentales más frecuentes en Estados Unidos. Alrededor de 40 millones de adultos estadounidenses padecen un trastorno de ansiedad, según la Anxiety and Depression Association of America. Se estima que 17,3 millones de adultos sufrieron un episodio depresivo mayor en 2017 (el año más reciente del que se dispone de datos), según el Instituto Nacional de Salud Mental. Casi la mitad de las personas diagnosticadas con depresión también padecen un trastorno de ansiedad, lo que significa que no solo presentan rasgos de ambos tipos de trastornos mentales, sino que también pueden ser susceptibles de padecer múltiples síntomas físicos asociados a esas condiciones.
“Con demasiada frecuencia, los pacientes pueden descartar sus sentimientos de ansiedad o depresión como “una fase pasajera” o algo que tienen que “aguantar”, especialmente si son capaces de seguir trabajando, cuidando de sus familias y, en general, funcionando a un nivel aceptable para ellos”, dijo el Dr. Brent Bell, psiquiatra de SSM Health Behavioral Health en Oklahoma. “Sin embargo, es importante no pasar por alto las repercusiones físicas de la ansiedad y la depresión y los estragos que pueden causar en nuestro cuerpo”.
Efectos de la ansiedad en el cuerpo
La culpa la tiene el sistema nervioso autónomo. Se trata de un sistema del cuerpo que no se controla conscientemente, pero que regula cosas como el ritmo cardíaco, la respiración, la micción y la función sexual. También es el sistema que reacciona cuando estás bajo una amenaza física. El sistema nervioso autónomo produce su respuesta de lucha o huida, que está diseñada para ayudarle a defenderse o a huir del peligro.
Para algunas personas, esta situación es el inicio de un círculo vicioso. “La ansiedad y el estrés producen por sí mismos estos síntomas físicos y, además, tu reacción a esos síntomas puede empeorarlos. Cuanto más te concentras en ellos, más te alarmas y más intensos se vuelven tus síntomas”, dice el Dr. Barsky. “Puede llegar a estar realmente fuera de control y volverse tan incómodo que tal vez no puedas hacer mucho más que sentarte y preocuparte”.
Es posible que te obsesiones tanto con los efectos físicos de tu estado de ansiedad que ni siquiera te des cuenta de que estabas ansioso para empezar, dice el Dr. Barsky. Entonces, ¿cómo saber si la ansiedad está causando sus síntomas? Y si lo es, ¿cómo puede sentirse mejor? El Dr. Barsky ofrece algunos consejos para ayudarle a interrumpir este ciclo.
La ansiedad ocasional es una parte esperada de la vida. Puede sentirse ansioso cuando se enfrenta a un problema en el trabajo, antes de hacer un examen o antes de tomar una decisión importante. Pero los trastornos de ansiedad implican algo más que una preocupación o un miedo temporales. Para una persona con un trastorno de ansiedad, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada (TAG) muestran una ansiedad o preocupación excesiva, la mayoría de los días durante al menos 6 meses, por una serie de cosas como la salud personal, el trabajo, las interacciones sociales y las circunstancias de la vida cotidiana. El miedo y la ansiedad pueden causar problemas significativos en áreas de su vida, como las interacciones sociales, la escuela y el trabajo.
Las personas con trastorno de pánico sufren ataques de pánico recurrentes e inesperados. Los ataques de pánico son períodos repentinos de miedo intenso que aparecen rápidamente y alcanzan su punto álgido en cuestión de minutos. Los ataques pueden ocurrir de forma inesperada o pueden ser provocados por un desencadenante, como un objeto o una situación temida.