Miedo a equivocarme en el trabajo

Cómo superar el miedo al trabajo

Olvídate de ser perfecto: esfuérzate por ser mejor que ayer. Errar es humano… pero intenta decírselo a un perfeccionista. Si afrontas cada día de trabajo con la expectativa de que todo saldrá a pedir de boca, te estás preparando para una caída. Hay un montón de errores mínimos que puedes cometer. Desde correos electrónicos no enviados hasta tareas olvidadas, los posibles baches en tu camino hacia el éxito son infinitos.

Sin embargo, mientras persigues la perfección en tu carrera, podrías estar haciéndote un flaco favor. Tener un nivel de exigencia excesivamente alto podría acarrear más problemas de los que resuelve. Teniendo esto en cuenta, veamos por qué está bien cometer errores en el trabajo y cómo puedes evitar que te frenen.

En primer lugar, tratemos los hechos: Nadie es perfecto. Esa es la verdad del asunto. Aunque te esfuerces por dar lo mejor de ti en el trabajo (y así debe ser), no debes castigarte cuando las cosas no salen como esperabas. Tanto si tienes un desliz como si simplemente no consigues destacar en un determinado proyecto, tienes que ser amable contigo mismo. Ser continuamente tu peor crítico sólo te llevará a una angustia emocional innecesaria. Practica un poco de autocompasión.

Miedo al rechazo

Brian Stauffer / theispotCuando Disneyland abrió sus puertas en 1955, fue un desastre. Aunque se esperaban 15.000 visitantes, llegaron casi el doble, gracias a miles de entradas falsificadas. Las colas de espera, el mal funcionamiento de las atracciones y la escasez de comida fueron un problema para los visitantes. Para colmo, un tigre y una pantera se escaparon del circo, aterrorizando a niños y padres en la repentinamente poco familiar Main Street de Disney.

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Para Disney, la creatividad y los errores iban de la mano. Como fundador de una empresa que ofrecía fantasía como producto principal, animó a su equipo de ingenieros, diseñadores y mecánicos -quizá los conozca como Imagineers- a pensar de forma expansiva y a estar dispuestos a romper cosas. “No recuerdo que despidieran a nadie por tener una idea tonta o cometer un error”, recuerda Van Arsdale France, uno de los primeros empleados de Disney.

Sin embargo, con demasiada frecuencia los estudiantes ven los errores como una fuente de vergüenza, estrés o incluso humillación. Sin embargo, el cerebro humano es agnóstico y hace un buen uso de los datos: los errores son piezas de información cruciales que obligan a un ajuste de cuentas cognitivo, empujando al cerebro a reconciliar la información contradictoria y a construir soluciones más precisas y duraderas.

Obsesión por los errores en el trabajo

Ah, el blooper del trabajo. Tanto si eres un becario como el director general, un perfeccionista orientado a sí mismo o si juras que has comprobado tres veces el destinatario de tu correo electrónico, un día cometerás un error. Es una parte inevitable de la vida.

Para la investigación del artículo, pregunté a amigos, colegas y usuarios de LinkedIn si estarían dispuestos a revelar sus errores profesionales más inolvidables. Las respuestas tejieron un fascinante (e hilarante) tapiz de pifias. Un útil recordatorio de que todos somos humanos, de que lo que realmente nos hace interesantes son nuestras peculiaridades mentales, y de que incluso los errores más dolorosos pueden ser útiles…

Desde olvidar el archivo adjunto en un correo electrónico de toda la empresa hasta reenviar accidentalmente un vídeo de spam muy inapropiado al presidente del consejo de administración, en lugar de señalarlo a su equipo de relaciones públicas como era su intención, la metedura de pata en el trabajo es escalofriantemente familiar.

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Se puede decir que la mayoría de las personas han experimentado el palpable desgarro que supone cometer una metedura de pata absoluta. ¿Por qué cometemos errores? ¿Simplemente somos descuidados o tenemos prisa? ¿Ignoramos nuestras intuiciones y seguimos adelante con un enfoque que en el fondo sabemos que va a fracasar? ¿O hay algo más en juego que la personalidad y la inteligencia?

Miedo a equivocarse

Al admitir rápidamente un error, comparta también su evaluación honesta del impacto de lo ocurrido y varias opciones para resolver o disminuir ese impacto. Como profesional, es clave no sólo admitir inmediatamente los errores, sino también volver a centrar rápidamente la atención de su líder en lo que “podría” suceder a continuación y en las soluciones. Este enfoque muestra tu carácter y te posiciona como un solucionador de problemas. – TC Cooper, UpwardAction® LLC

Mantenga su explicación de lo sucedido breve y al grano. Describa claramente qué impactos (si los hay) creó el error en la empresa. Ofrezca lo que ha hecho para corregir el rumbo. Si necesitas ayuda de tu jefe, dilo claramente. Del mismo modo, si no necesitas su ayuda, deja claro que sólo les mantienes informados. Dales la oportunidad de hacer preguntas y ofrecer consejos si están dispuestos a hacerlo. – Tegan Trovato, Bright Arrow Coaching

Los grandes atletas suelen cometer errores en momentos críticos; los golfistas dan un mal golpe y acaban en “problemas”. Cuando acabes en problemas, no te centres en el mal lugar en el que estás; céntrate en el siguiente golpe. Si haces lo que hacen los grandes atletas y haces que el siguiente tiro sea genial, entonces la gente no hablará de tu paso en falso, sino del gran tiro que acabas de hacer. Esto demuestra que puedes recuperarte rápidamente, aprender y mejorar. – Jim Vaselopulos, Rafti Advisors, LLC