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No ver la sangre
La hemofobia, o miedo a la sangre, es una fobia específica común. El miedo está clasificado por el Manual de Diagnóstico y Estadística de la Asociación Americana de Psiquiatría como parte del subtipo de fobias a la sangre e inyecciones. Este subtipo, que también incluye la fobia a las agujas, puede causar síntomas que no se observan con frecuencia en otros tipos de fobias específicas.
La mayoría de los tipos de fobia específica provocan un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial. La hemofobia y otras fobias a las inyecciones de sangre provocan con frecuencia un descenso de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. La caída repentina puede provocar desmayos, una respuesta relativamente común a la vista de la sangre.
La hemofobia suele estar relacionada con otras fobias. La tripanofobia, o el miedo a las agujas médicas, se asocia a veces con la hemofobia. Algunas personas con miedo a la sangre también tienen otras fobias médicas, como el miedo a los médicos y a los dentistas. El campo de la medicina se asocia popularmente con imágenes horripilantes de sangre derramada, sobre todo en la televisión y el cine, lo que puede contribuir a perpetuar estas fobias.
Hemofobia deutsch
Publicidad: En la vida real, la hemofobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo extremo a la sangre. Existe tratamiento, pero la condición tiende a ser de por vida y suele ser causada por un trauma de la infancia.
En la ficción, tener miedo a la sangre es más o menos lo mismo, aunque los síntomas tienden a recorrer una gama bastante más colorida, desde el mero malestar o náuseas extremas hasta caer inconsciente en el acto o despertar lados malvados superpoderosos. Hay que tener en cuenta que esto tiene cierta base científica: se han registrado reacciones físicas poco comunes en la mayoría de las otras fobias en casos de miedo a la sangre.
En el pasado, este tropo se asociaba mayoritariamente a las mujeres, tanto en la ficción como en la vida real, por lo que la mayoría de las Damiselas en apuros comparten esta condición (menos mal que no existe la regla y punto). En el presente, este tropo suele jugarse para reírse (o -con igual esfuerzo- para la tragedia) dándoselo a alguien con una profesión médica u otra posición en la que es probable que vea mucha sangre. Si el personaje tiene razones para tener miedo a la sangre, quizás teme el poder de la sangre.
Miedo a estar solo
La fobia a la sangre (también conocida como hemofobia o hematofobia en inglés americano y hemofobia o hematofobia en inglés británico) es un miedo irracional extremo a la sangre, un tipo de fobia específica. Los casos graves de este miedo pueden provocar reacciones físicas poco comunes en la mayoría de los demás miedos, concretamente el síncope vasovagal (desmayo)[1] También pueden producirse reacciones similares en la tripofobia y la traumatofobia. Por este motivo, el DSM-IV clasifica estas fobias como fobia a la sangre-inyección-lesión[2]. Algunos de los primeros textos se refieren a esta categoría como “fobia a la sangre-lesión-enfermedad”[3].
La fobia a la sangre suele estar causada por un traumatismo directo o indirecto en la infancia[3]. Aunque algunos han sugerido un posible vínculo genético, un estudio de gemelos sugiere que el aprendizaje social y los acontecimientos traumáticos, más que la genética, tienen mayor importancia[cita requerida]. La fobia a las inyecciones de sangre (BII) afecta a cerca del 4% de la población en Estados Unidos[4].
La inclusión de la BII dentro de la categoría de fobias específicas o simples en los sistemas clasificatorios refleja la percepción de que el miedo tiene un papel primordial en el trastorno. En consonancia con esta suposición, la fobia a la sangre parece compartir una etiología común con otras fobias. Kendler, Neale, Kessler, Heath y Eaves (1992) han argumentado, a partir de datos que comparan gemelos monocigóticos con dicigóticos, que el factor genético común a todas las fobias (agorafobia, fobia social y fobias específicas), predispone fuertemente a una persona a las fobias específicas.
Miedo al análisis de sangre
La sangre es una parte esencial de la composición del cuerpo humano. Todos tenemos unos cuantos gramos en nuestro cuerpo que fluyen por las venas. Aunque todos comprendemos el hecho y nos sentimos cómodos con él. Hay algunas personas para las que la visión de la sangre puede ser aterradora. Incluso una gota de sangre puede provocarles ansiedad y, a veces, incluso desmayos. No sólo eso, sino que las revisiones rutinarias en las que hay sangre también pueden ser como una batalla para ellos. El término para el miedo irracional a la sangre es hemofobia. También se conoce comúnmente como fobia a la sangre. La hemofobia es una de las fobias extremas que existen. Esto significa que ver o estar en contacto con cualquier tipo de sangre, ya sea propia o ajena, puede provocar un desmayo o ansiedad. La ansiedad también puede desencadenarse al ver la sangre de un animal.
Cuando se trata de fobias, todas comparten casi el mismo tipo de respuesta física y emocional ante el desencadenante. Sin embargo, los desencadenantes pueden variar de una fobia a otra. En el caso de la hemofobia, ver sangre en la televisión, en la vida real, en los dibujos animados o incluso en procedimientos médicos que impliquen sangre puede ser un desencadenante. Pensar en la sangre o en procedimientos relacionados con ella también los hace sentir incómodos. Los síntomas físicos desencadenados por esta fobia pueden incluir: Los síntomas mentales incluyen: Los niños con hemofobia pueden experimentar diferentes síntomas: