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Cuando alguien se cree mejor que tú
Tu “yo” está ante ti como un libro abierto. Basta con mirar dentro y leer: quién eres, tus gustos y aversiones, tus esperanzas y temores; todo está ahí, listo para ser comprendido. Esta idea es muy popular, pero probablemente sea completamente falsa. La investigación psicológica demuestra que no tenemos un acceso privilegiado a lo que somos. Cuando intentamos evaluarnos con precisión, en realidad estamos hurgando en la niebla.
La psicóloga de la Universidad de Princeton Emily Pronin, especializada en la autopercepción humana y la toma de decisiones, llama a la creencia errónea en el acceso privilegiado la “ilusión de la introspección”. La forma en que nos vemos a nosotros mismos está distorsionada, pero no nos damos cuenta. Como resultado, la imagen que tenemos de nosotros mismos tiene sorprendentemente poco que ver con nuestras acciones. Por ejemplo, podemos estar absolutamente convencidos de que somos empáticos y generosos y, sin embargo, pasar por delante de un indigente en un día frío.
La razón de esta visión distorsionada es muy sencilla, según Pronin. Como no queremos ser tacaños, arrogantes o santurrones, asumimos que no somos nada de eso. Como prueba de ello, señala nuestras opiniones divergentes sobre nosotros mismos y los demás. No nos cuesta reconocer los prejuicios o la falta de equidad de nuestro compañero de oficina hacia otra persona. Pero no nos planteamos que nosotros podríamos comportarnos de forma muy parecida: como pretendemos ser moralmente buenos, nunca se nos ocurre que nosotros también podríamos tener prejuicios.
Sentirse superior a los demás palabra
La confianza significa sentirse seguro de uno mismo y de sus capacidades, no de forma arrogante, sino de forma realista y segura. La confianza no consiste en sentirse superior a los demás. Es un conocimiento interno tranquilo de que eres capaz.
La confianza nos ayuda a sentirnos preparados para las experiencias de la vida. Cuando tenemos confianza, es más probable que avancemos con las personas y las oportunidades, y no que nos alejemos de ellas. Y si las cosas no funcionan a la primera, la confianza nos ayuda a volver a intentarlo.
Lo contrario ocurre cuando la confianza es baja. Las personas que tienen poca confianza en sí mismas son menos propensas a probar cosas nuevas o a acercarse a otras personas. Si fracasan en algo la primera vez, es menos probable que vuelvan a intentarlo. La falta de confianza puede impedir que las personas alcancen todo su potencial.
Cuando la gente nos elogia o reconoce nuestras habilidades y capacidades, puede aumentar nuestra confianza, siempre que nosotros también nos creamos esas cosas buenas. Si alguna vez has dudado de las cosas buenas que la gente dice de ti, eso es lo contrario de la confianza en ti mismo.
Complejo de superioridad
En el inglés escrito, especialmente en un documento formal como una carta de negocios o un trabajo escolar, la mayoría de los hablantes nativos creen que los pronombres de sujeto I, he, she, we y they son correctos después de than. Por lo tanto, si quieres sonar educado y correcto, es más seguro utilizar “better than I”.
Sin embargo, en la conversación diaria o en los mensajes de texto y los correos electrónicos informales, la mayoría de los hablantes nativos utilizan los pronombres de objeto yo, él, ella, nosotros y ellos (aunque te digan que no lo hacen), y si dices “mejor que yo” mucha gente pensará que suena poco natural e incómodo y posiblemente incluso pretencioso. Así que en la conversación, te recomiendo que te quedes con “mejor que yo”.
Sinónimo superior
El término egocéntrico es un concepto que se originó en la teoría del desarrollo infantil de Piaget. El egocentrismo se refiere a la incapacidad de una persona para comprender que el punto de vista u opinión de otra persona puede ser diferente al suyo. Representa un sesgo cognitivo, en el sentido de que alguien asume que los demás comparten la misma perspectiva que él, incapaz de imaginar que otras personas tengan una percepción distinta a la suya.
Otro teórico del desarrollo, David Elkind, amplió esta idea del egocentrismo con respecto a la adolescencia. Elkind describió “una mayor conciencia de sí mismo y de sí misma”, diciendo que los adolescentes suelen sentir que los demás les observan y que están extraordinariamente preocupados por lo que los demás piensan de ellos.
Dado que el término egocéntrico describe a alguien centrado en sí mismo e incapaz de imaginar otra perspectiva que no sea la suya, cabe preguntarse si esto es lo mismo que el narcisismo. Aunque existen algunos paralelismos, hay una clara diferencia entre las personalidades egocéntricas y narcisistas.