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Descarga cardiogénica
Cuando el corazón de una persona deja de latir, puede ser necesario administrar una descarga eléctrica (llamada “desfibrilación”) en el pecho de la persona para que su corazón vuelva a funcionar. Se colocan dos electrodos en el pecho de la persona para que el desfibrilador pueda administrar la descarga eléctrica. Históricamente, la corriente eléctrica aplicada al pecho ha viajado en una dirección entre los electrodos. Más recientemente, los desfibriladores se han diseñado para enviar el impulso eléctrico en una dirección y luego en la dirección inversa. Esto se conoce como forma de onda “bifásica”.
Se buscó en la literatura hasta el 10 de septiembre de 2014 y se intentó encontrar toda la investigación disponible (publicada y no publicada) que comparara estos dos tipos de desfibriladores. Sólo se incluyeron ensayos con un diseño de estudio de alta calidad para evitar la posibilidad de resultados inexactos.
Cuatro ensayos (552 participantes) cumplieron los criterios de inclusión de esta revisión. Varios de los ensayos incluidos presentaban un riesgo potencial de resultados erróneos debido a las características de su diseño de estudio. Cuando se combinaron los resultados de estos ensayos, se encontró que el uso de los desfibriladores de forma de onda bifásica más nuevos puede asociarse con menores tasas de fracaso en el reinicio del corazón de una persona, pero estos resultados fueron imprecisos. No hubo diferencias en el número de personas que estaban vivas al llegar al hospital o que fueron dadas de alta con vida. Ningún ensayo incluido informó sobre los efectos secundarios o la seguridad del operador.
Choque neurogénico
La desfibrilación es un tratamiento para las disritmias cardíacas potencialmente mortales, en concreto la fibrilación ventricular (FV) y la taquicardia ventricular (TV) no periférica.[1][2] Un desfibrilador suministra una dosis de corriente eléctrica (a menudo denominada contrachoque) al corazón. Aunque no se comprende del todo, este proceso despolariza una gran parte del músculo cardíaco, poniendo fin a la disritmia. Posteriormente, el marcapasos natural del cuerpo en el nódulo sinoauricular del corazón es capaz de restablecer el ritmo sinusal normal[3] Un corazón en asistolia (línea plana) no puede reiniciarse con un desfibrilador, sino que se trataría con reanimación cardiopulmonar (RCP).
A diferencia de la desfibrilación, la cardioversión eléctrica sincronizada es una descarga eléctrica administrada en sincronía con el ciclo cardíaco[4] Aunque la persona puede seguir estando en estado crítico, la cardioversión suele tener como objetivo poner fin a las disritmias cardíacas de mala perfusión, como la taquicardia supraventricular[1][2].
Los desfibriladores pueden ser externos, transvenosos o implantados (desfibrilador cardioversor implantable), según el tipo de dispositivo que se utilice o necesite[5] Algunas unidades externas, conocidas como desfibriladores externos automáticos (DEA), automatizan el diagnóstico de los ritmos tratables, lo que significa que los socorristas o transeúntes pueden utilizarlos con éxito con poca o ninguna formación[2].
Shock hemodinámico
El shock cardiogénico se produce cuando un corazón debilitado es repentinamente incapaz de bombear suficiente sangre. “Shock” significa que no llega suficiente sangre y oxígeno al cerebro y otros órganos. La causa más común del shock cardiogénico es un ataque cardíaco grave (infarto de miocardio). Esta obstrucción repentina de los vasos coronarios puede dañar el músculo cardíaco, romper la pared entre las cavidades del corazón y la pared exterior del mismo, desgarrar los tendones que anclan las válvulas cardíacas o alterar o bloquear el ritmo cardíaco. Estas graves complicaciones de un infarto afectan a la capacidad de bombeo del corazón y pueden ser mortales si no se tratan inmediatamente. Otras causas de daño cardíaco que conducen a un shock cardiogénico son: la inflamación del corazón (miocarditis) o la infección (endocarditis), las arritmias graves, el taponamiento pericárdico (acumulación de líquido en el saco pericárdico alrededor del corazón) y la sobredosis de fármacos.
Síntomas del shock
Las causas más comunes son las afecciones cardíacas graves. Muchas de ellas se producen durante o después de un ataque al corazón (infarto de miocardio). Estas complicaciones son las siguientes:El shock cardiogénico se produce cuando el corazón es incapaz de bombear la cantidad de sangre que el cuerpo necesita. Puede ocurrir incluso si no ha habido un ataque al corazón si se produce uno de estos problemas y la función del corazón cae repentinamente.Síntomas
Un examen mostrará:Para diagnosticar un shock cardiogénico, se puede colocar un catéter (tubo) en la arteria pulmonar (cateterismo cardíaco derecho). Las pruebas pueden mostrar que la sangre se está acumulando en los pulmones y que el corazón no está bombeando bien.Las pruebas incluyen:Se pueden realizar otros estudios para averiguar por qué el corazón no está funcionando correctamente.Las pruebas de laboratorio incluyen:Tratamiento
El shock cardiogénico es una emergencia médica. Deberá permanecer en el hospital, casi siempre en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El objetivo del tratamiento es encontrar y tratar la causa del shock para salvar su vida.Puede necesitar medicamentos para aumentar la presión arterial y mejorar la función del corazón, incluyendo:Estos medicamentos pueden ayudar a corto plazo. Cuando una alteración del ritmo cardíaco (disritmia) es grave, puede ser necesario un tratamiento urgente para restablecer el ritmo cardíaco normal. Esto puede incluir:También puede recibir:Otros tratamientos para el shock pueden incluir:Expectativas (pronóstico)