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Diferentes tipos de ataques de pánico
El trastorno de pánico es una enfermedad de la que sabemos mucho. Se ha investigado mucho para averiguar qué tratamientos son eficaces, es decir, qué tratamientos ayudarán significativamente a alguien con trastorno de pánico.
Cada uno de estos tratamientos se describirá brevemente con las posibles ventajas y desventajas enumeradas. La elección del tratamiento puede depender de la habilidad del terapeuta, el coste u otras consideraciones.
¿Existe un tratamiento recomendado? Las investigaciones sugieren que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento preferido, pero los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) también se utilizan habitualmente. Sin embargo, un tratamiento eficaz debe incluir un tratamiento conductual para limitar la evitación. Hay que considerar la idoneidad de cada tratamiento en su caso particular. A continuación, se analizarán las opciones psicológicas y de medicación.
Tratamientos psicológicosTerapia cognitivo-conductualLa terapia cognitivo-conductual para el trastorno de pánico incluye tratamientos que cambian el comportamiento (exposición y manejo de la ansiedad, como la respiración lenta) y los que cambian los pensamientos que provocan ansiedad y preocupación (es decir, la terapia cognitiva). El objetivo es ayudarle a desarrollar una comprensión menos molesta de los cambios físicos que se producen cuando está ansioso.
Síntomas de los ataques de pánico
El trastorno de pánico es una enfermedad de la que sabemos mucho. Se ha investigado mucho para averiguar qué tratamientos son eficaces, es decir, qué tratamientos ayudarán significativamente a alguien con trastorno de pánico.
Cada uno de estos tratamientos se describirá brevemente con las posibles ventajas y desventajas enumeradas. La elección del tratamiento puede depender de la habilidad del terapeuta, el coste u otras consideraciones.
¿Existe un tratamiento recomendado? Las investigaciones sugieren que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento preferido, pero los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) también se utilizan habitualmente. Sin embargo, un tratamiento eficaz debe incluir un tratamiento conductual para limitar la evitación. Hay que considerar la idoneidad de cada tratamiento en su caso particular. A continuación, se analizarán las opciones psicológicas y de medicación.
Tratamientos psicológicosTerapia cognitivo-conductualLa terapia cognitivo-conductual para el trastorno de pánico incluye tratamientos que cambian el comportamiento (exposición y manejo de la ansiedad, como la respiración lenta) y los que cambian los pensamientos que provocan ansiedad y preocupación (es decir, la terapia cognitiva). El objetivo es ayudarle a desarrollar una comprensión menos molesta de los cambios físicos que se producen cuando está ansioso.
Prueba de trastorno de pánico
Los ataques de pánico pueden ser muy aterradores e intensos, pero no son peligrosos. Un ataque no le causará ningún daño físico, y es poco probable que le ingresen en el hospital si ha tenido un ataque de pánico.
El trastorno de pánico es tratable, pero para recuperarse completamente es importante que busques ayuda médica lo antes posible. El tratamiento del trastorno de pánico es mucho más eficaz si se administra en una fase temprana.
Si no se trata, el trastorno de pánico puede convertirse en una enfermedad muy debilitante y aislante. También puede aumentar el riesgo de desarrollar otras enfermedades mentales, como la agorafobia u otras fobias.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que síntomas como la aceleración de los latidos del corazón y la falta de aliento no provocan un ataque al corazón. Aunque los ataques de pánico suelen ser aterradores, no causan ningún daño físico. Las personas que han padecido un trastorno de pánico durante algún tiempo suelen aprender a reconocer esta “sensación de ataque al corazón” y son más conscientes de cómo controlar sus síntomas.
Respirar el ataque de pánico
El trastorno de pánico y la agorafobia son enfermedades muy tratables. Las personas a las que se les ha diagnosticado un trastorno de pánico pueden ser tratadas eficazmente mediante medicación, psicoterapia o una combinación de estos dos enfoques.
El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico repetidos e inesperados que suelen ir seguidos de una preocupación persistente por futuros ataques o por un cambio de comportamiento significativo y potencialmente perjudicial que surge debido a la afección.
Los antidepresivos se utilizaban originalmente para tratar los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y los síntomas depresivos asociados al trastorno bipolar. Posteriormente se descubrió que los antidepresivos también podían ayudar a tratar los trastornos de ansiedad, incluido el trastorno de pánico.
Los antidepresivos también se utilizan a menudo cuando una persona tiene una afección concurrente, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la depresión. Los medicamentos más recetados para el trastorno de pánico pertenecen a una clase popular de antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Como todos los antidepresivos, los ISRS afectan a los mensajeros químicos del cerebro, llamados neurotransmisores. En particular, los ISRS se dirigen al neurotransmisor llamado serotonina, que está asociado al estado de ánimo. Los ISRS ayudan a equilibrar los niveles de serotonina de una persona, lo que puede ayudar a regular el estado de ánimo, disminuir la ansiedad y mejorar el sueño.